Alcorques vivos, refugios de biodiversidad en la ciudad
No son solo árboles. El pacto de ciudad por la Reforestación se ciñe a la reivindicación de arbolado, pero una ciudad Habitable, exige un especial cuidado del verde urbano. Así, son los árboles, pero tb el estrato arbustivo y herbáceo en parques y jardines, los alcorques vivos, los bosquetes urbanos, el suelo permeable, la reducción del uso del granito como pavimento, el cuidado de la biodiversidad, los hoteles de insectos, los Oasis de Mariposas, la protección de las aves insectívoras… Os adjuntamos este artículo firmado por Carmen Galán, Catedrática de Botánica de la UCO, que nos ha parecido una delicia.
abrazos…..
Alcorques vivos, refugios de biodiversidad en la ciudad. Carmen Galán Soldevilla.
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Los alcorques, esos pequeños espacios en torno a los árboles de nuestras calles, pueden convertirse en diminutos refugios de biodiversidad. En ellos, los musgos, hepáticas y plantas ruderales-especies herbáceas pioneras de ciclo estacional y adaptadas a condiciones adversas-colonizan terrenos alterados como grietas, muros o bordes de caminos, ayudando a retener el agua. Estas plantasforman comunidades que interactúan con insectos, invertebrados y aves, promoviendo la biodiversidad en entornos urbanos.
Recientemente, han surgido iniciativas para transformar los alcorques en espacios vivos mediante la protección de su flora espontánea, o con la introducción de especies ruderales adaptadas al medio urbano. Estas plantas silvestres no solo ofrecen un contraste visual al gris del pavimento, con su variedad de colores y texturas, sino que también actúan como indicadores de salud ambiental. Los proyectos de jardinería sostenible resaltan la importancia de esta flora como componente valioso de la ecología urbana.
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Por tanto, Los alcorques vivos representan una oportunidad para redescubrir la biodiversidad en nuestras ciudades. Estos pequeños ecosistemas nos enseñan a mirar nuestro entorno de otra forma, destacando la capacidad de la naturaleza para adaptarse y prosperar incluso en las condiciones más adversas. Proteger y promover estos espacios es esencial para construir ciudades más sostenibles y humanas.
Los alcorques vivos pues, no son solo un testimonio de la resiliencia de la naturaleza, sino también un recordatorio de nuestra capacidad para influir positivamente en el entorno que habitamos. Cada pequeño ecosistema urbano es una lección de sostenibilidad en miniatura, mostrando cómo incluso los espacios más humildes pueden convertirse en refugios de vida. En un mundo cada vez más urbanizado, estos pequeños actos de preservación y diseño consciente tienen el potencial de transformar nuestra relación con el entorno natural, inspirando un cambio hacia ciudades más equilibradas y armoniosas con la naturaleza.